Francia bajó la guardia en el segundo tiempo. Con un marcador final de 20 a 26, Francia logra imponerse a Gales en el Millennium de Cardiff. Finalizando el primer tiempo con un 0 a 20 en favor de los Galos, los Dragones Rojos volvieron de los camarines completamente cambiados para poner en duros aprietos a los hombres de Marc Lièvremont.
Una vez terminado el primer acto del cotejo, todo parecía indicar que los dados estaban tirados a favor de Francia. Aprovechando ocasiones en oro, los Azules interceptaron dos balones para irse directamente al in-goal. Francia mostró en la primera etapa un planteo simple y realista. Apoyándose en los fundamentales, dominio en el scrum, buen desempeño en la hilera, defensa agresiva y un juego al pie coherente. A partir de ello Francia mantuvo un dominio incontestable, no por nada están en la punta de la tabla. Sin embargo hubo una gran carencia de juego ofensivo de la parte de los hombres de Lièvremont, no hubo juego construido a partir de lanzamientos, cero ambición. Se contentaron con producir lo mínimo. Pero al mismo tiempo, los Rojos fueron en gran parte responsables de este relajo, al mostrar claras falencias en su juego. Durante todo el primer tiempo, Gales tuvo gran cantidad de tiempos de juego con la posesión del balón, pero sin lograr atravesar la defensa adversa y crear el desequilibrio que les permitiese pasar detrás de los palos.
Y como es su costumbre desde el comienzo de este Torneo, los Azules subieron rápido en defensa. Esto daba sus frutos a partir del minuto 6, ya que Alexis Palisson interceptaba en su ala izquierda un pase entre James Hook y Jamie Roberts para irse al in-goal rojo abriendo el marcador (0-7). Hubo gran intensidad en los primeros minutos, mucho impacto en el pequeño espacio y de ahí Francia se apoyó en su principal punto fuerte desde hace algún tiempo, el scrum, para poner en dificultades a los locales. En el primer lapso del encuentro, los Franceses habían ganado el 83% de sus introducciones, mientras que sus contrincantes apenas el 50%… Gracias al dominio del paquete de cinco, la tercera línea francesa tuvo mucha libertad para presionar en los exteriores y de esa forma obligar a los Galeses a cometer faltas. Estos últimos lograron proponer una buena secuencia de juego en el minuto 21 solamente.
La transformación de los Galeses
Y es una vez más a partir de una intercepción que los Galos se fueron por el ancho justo antes de irse a los camarines. Shane Williams intentaba un lanzamiento por su ala. Cazado trata de liberar el balón, levantándolo yendo al piso en sus 45 metros. François Trinh-Duc, leyendo bien el juego, como un acróbata se apropia de la pelota para marcar el segundo try francés (40’). Morgan Parra, en este primer acto, hacía lo suyo en los tiros a los palos y los Azules se destinaban a una amplia victoria (0-20). Sin embargo una vez de vuelta en la cancha, los Rojos completamente cambiados ejercían de un comienzo una enorme presión sobre los hombres de Lièvremont. Aún sin inspiración, estos últimos también se encontraron sin poder proponer soluciones. El partido tomó entonces otro cariz. Desestabilizados, ahogados, los Franceses retrocedían y sus adversarios aprovechaban esta inferioridad para darle un interés a este cotejo.
Stephen Jones se mostraba muy preciso con el pie (46’, 50’) abriendo el marcador para los Rojos. Pero es en el minuto 62 que el juego pudo haber cambiado de mano. En la misma fase de juego, Leigh Halfpenny marcaba el primer try galés en término de línea y Morgan Parra era sancionado con una tarjeta amarilla. Los Azules con 14, los Galeses a siete puntos (13-20). Los hombres de Warren Gatland que continuaban la presión no lograban concretar en varias ocasiones. Es ahí que Francia pudo apoyarse en la eficacia de su line, robando varios balones en saques cruciales en los últimos veinte minutos. Quizás ahí se definió este partido. Los suplentes vinieron a aportar aire a un equipo al borde de la asfixia. Como muestra el penal a los palos de Michalak en el minuto 72, antes de que Parra agregue otros tres puntos (78’, 13-26).
¿El partido estaba entonces definido? No tan así. El genial Shane Williams con un slalom digno de Vancouver ponía en tela de juicio la victoria gala (80’, 20-26). En la salida los Azules lanzaban directamente la pelota al touch, para así poner término al martirio de su hinchada, que vino en gran cantidad a apoyarlos al Millennium. Quedando de esta forma Francia con grandes posibilidades de obtener el gran Slam. Dudas persistían en los rostros de los Galos después del pitazo final. Su próximo encuentro en dos semanas más es contra Italia, ocasión para disipar incógnitas; terminando el Torneo contra Inglaterra, cotejo que se anuncia no libre de sorpresas.
Italia al fin se impuso. Con balbuceos desde marzo del 2008 en el Torneo de 6 Naciones, Italia doblegó a Escocia este sábado en Roma por un marcador de 16 a 12, gracias en gran medida a un try de Pablo Canavosio. Es el quinto triunfo de los Itálicos frente a Escocia desde que se integraron al torneo europeo.
Escocia está al alcance de Italia. La última victoria de Italia en el Torneo, hace ya dos años, también fue contra el cuadro del Cardo. Esa vez en Roma, los Italianos se impusieron 23 a 20 en la última fecha de la competencia. Italia supo encontrar los recursos para doblegar a Escocia por quinta vez desde el 2000, año en que ingresaron a esta competencia.
Ante su público, los Itálicos supieron abordar este partido tomando inmediatamente el control de la situación. Dominando mucho en el impacto y en la posesión de la pelota, ya se ponen arriba en el marcador 6-0 en el primer cuarto de hora, por intermedio del pie de Mirco Bergamasco. Pero sin poder concretizar, muy limitados en la construcción de su rugby. De tal forma, permiten a sus adversarios remontar en el marcador gracias al pie de su apertura Dan Parks. Pudieron haberse ido a los camarines abajo en el marcador, si el jugador de Glasgow no hubiese fallado en un tiro a los palos en el minuto 38.
De vuelta en la cancha, Bergamasco, wing de París, ponía de nuevo en ventaja a la Squadra (9-6), pero eran los Escoceses los que dominaban el debate. Llegando a imponerse sobre el sólido scrum azzurro… En el minuto 46, el pilar Jacobsen se desplomaba en el in-goal, pero el try no fue considerado válido por el árbitro a cargo del video. Tres minutos más tarde, Parks se encargaba de igualar el marcador con un drop desde 15 metros.
Segundo try anulado
La persecución en el marcador continuaba. Las iniciativas de juego corrían claramente por parte de los Azzurri, pero los hombres de Nick Mallet no encontraban la solución frente a la defensa de los del Cardo. Por un pelo no hubo try por parte de Mirco Bergamasco a los 60 minutos de juego, empujado al touch sin la pelota a cinco metros del in-goal escosés. Se podía pensar que la balanza se inclinaba a favor de Italia… Pero momentos más tarde, los Italianos cometían una falta dando la ocasión de marcar a los Escoceses tres puntos de suplemento, logrando éstos así ponerse arriba en el tablero por primera vez en el partido.
Y este partido, bastante disputado, no encontraba ahí su ganador. En el minuto 67, Canale tomaba el intervalo después de una tijera de Gower en los 40 metros adversos y se la servía a Canavossio que no tenía más que irse al in-goal. 16-12, merecida recompensa para el esfuerzo italiano. Escocia no lograría levantar cabeza. Es cierto que lo intentó, pero el señor Pearson anulaba un segundo try después de consultar video en el minuto 72. Cómo mucho, para poder pensar en dar vuelta un partido, con la espectativa de un resultado victorioso para los Italianos, conservado como un hueso santo.
Italia, que mostró excelentes cosas frente a Inglaterra, no terminará esta vez con la cuchara de palo. Por el lado escocés, la decepción es inmensa después de la estrecha e injusta derrota frente a Gales en la segunda fecha del Torneo. Pero hay que constatar que fueron los más ambiciosos en el juego los que ganaron este cotejo.
Triunfo de Irlanda en Twickenham. Los campeones de Europa, con una derrota en el bolso, se impusieron 16 a 20 en Twickenham este sábado, con dos tries de Tommy Bowe. Por el lado inglés la desilusión es grande. Sólo Francia puede pretender al gran Slam.
Ganar en Twickenham es una hazaña que no muchos equipos pueden contar a su haber. Un recuerdo inolvidable para todo jugador que lo ha logrado. Irlanda levantó cabeza después de su derrota frente a Francia (33-10). No puede haber mejor consuelo que una victoria sobre el tradicional “enemigo” inglés.
Los Ingleses empezaron con mucho entusiasmo este cotejo con cuatro minutos muy intensos, multiplicando los tiempos de juego. Pero la defensa irlandesa resistió muy bien. Los Verdes recuperaban su primera pelota en un turnover en el minuto 4. Heaslip, balón en mano, se la servía a Jonathan Sexton que se la abría en arrastrón a Tommie Bowe, una maniobra con el pie en excelente manera. El wing irlandés superaba en velocidad a Lewis Moody para marcar un magnífico try (4’) a contrapelo del desarrollo del juego en el partido. Mientras que los Ingleses continuaban con su holgado dominio (60% de la posesión de la pelota), logran acortar distancias en el tablero en el minuto 15 solamente (3-5). La lluvia que comienza a caer, se hace sentir con consecuencias en el juego de ambos equipos, a partir del minuto 20. Los dos pateadores (Sexton y Wilkinson) no están en su mejor tarde, logrando a pesar de ello agregar tres puntos antes de irse los dos equipos a los camarines (6-8). Los Ingleses no se vieron recompensados por sus esfuerzos al final del primer acto.
El segundo tiempo se presentó más equilibrado. Los dos packs se neutralizaban cuando un pequeño conato de fricciones entre forwards de ambos elencos, lleva al árbitro a acordar un generoso penal a los Verdes (55’). Los Irlandeses prefieren probar con un penalty touch, la idea es saber cómo está el pasto en los 22 metros adversos. La pelota es muy bien captada por O’Conell, la fase de juego irá a terminar en un pase en desborde de Sexton al wing Keith Earls (56’) para distanciar a los Albos en el tablero (7-13). Los Ingleses, con muy poco éxito hasta ese momento, logran aumentar la presión para marcar un try de mucha combatividad, desde un scrum favorable a 5 metros, en la persona del pilar Dan Cole (60’). Empate (13-13). Wilkinson que ha sido criticado durante toda la semana, metía un drop desde 25 metros, concretizando el dominio de los locales (71’, 16-13).
A partir de la salida, los Irlandeses logran ocupar el territorio de los Albos. Es desde un line sin trascendencia que la pelota es desviada por Paul O’Connell para el medio scrum Tomas O’Leary quien llevándose a su marca, se la pone en el espacio al wing Tommy Bowe que viene lanzado como un avión. Imposible de ser detenido, el alero marcará un try de primera mano increíble (73’, 16-20). Los Irlandeses continuarán a tacklear como desde los comienzos del partido y su excelente trabajo defensivo (109 tackles, 1 fallido) les permitió conservar la corta distancia en el marcador, sumiendo al Twickenham en un silencio preocupante. Los Ingleses dominaron el cotejo pero les faltó realismo, se mostraron poco peligrosos frente a Irlandeses oportunistas que se salvaron de al menos una tarjeta amarilla… con el doble de penales otorgados (12) con respecto a los Ingleses (6). El “fighting spirit” se impuso entonces, en la lluviosa tarde de Twickenham.