El crecimiento del rugby argentino, desde el último mundial a la fecha, con el Rugby Championship de por medio, y la buena impresión dejada frente a los All Blacks en Wembley, pese a la derrota, deja una sensación que la brecha cada vez es más corta y que pronto ese resultado se va a dar.
Mañana en Gloucester a diferencia de lo que viene enfrentando en su extenso calendario, argentina será el equipo grande frente al pequeño, el protagonista, con mucho que demostrar además de que tendrán que asegurar un triunfo contra Georgia – que no estaba en sus planes que venciera a Tonga- si quiere seguir en carrera en el torneo.
Si en algo se destaca a Los Pumas, es por su entrega y tackle, su bandera como le llaman, y la verdad es que los georgianos no están muy lejos de eso tampoco, liderados por su capitán Mamuka Gorgodze, los Lelos han demostrado que el tackle también es su bandera, pero que no solo son un pack duro ahora le suman sus ¾ también, que de mundial a mundial, mostraron avances en defensa, manejo y traslado en ataque, antes, el pack no confiaba en la línea y provocaba el desorden. Este Georgia, sin la tradición rugbística de los trasandinos, no es tan diferente a lo que era argentina hace unos años en cuanto a ganas y el tackle, donde le hacían partido a cualquiera, pero sin un calendario exigente que ayudara en la evolución.
Lo de mañana es otro de esos partidos que promete, ahora algo más parejo por la cantidad de días descanso, donde argentina sale a demostrar su evolución y su peso en el rugby mundial y seguramente con la rabia interna, entendible por lo demás, de querer llevarse todo por delante ante la suspensión de un compañero – Galarza- que consideran injusta, Georgia por otro lado, ve a Los Pumas como sus propios All Blacks, ganarles seria demostrar algo al mundo, pedir calendario, pero para Georgia por ahora el objetivo es clasificar directamente al próximo mundial y para eso les basta ser terceros, entendiendo en el grupo donde están, por eso su batalla es Namibia, este partido es mas para soñar. Como lo hizo Japón.