Solo una semana atrás Los Pumas perdían con Sudáfrica por 60 puntos en la que es, a la fecha, la derrota más holgada a manos de Los Springboks. Entonces el mundo del rugby los miró de reojo, bien es cierto que los pumas caían ante el equipo que ocupa el segundo lugar del ranking IRB, solamente superados por los All Blacks, además es cierto también que Los Pumas suman recién su segundo año de competencia en el Rugby Championship y sería de muy poco criterio exigir resultados inmediatos.
Los argentinos han demostrado ser un ejemplo de temple y fortaleza deportiva. La mochila que cargaban sobre sus hombros para este partido era enormemente pesada. La humillación vivida en Sudáfrica, las críticas de la prensa local, el cuestionamiento de su staff técnico y una camada de lesionados a considerar daban para imaginar que se viviría una verdadera carnicería en el Malvinas Argentinas.
Sin embargo, tal como lo mencionábamos en esta misma web, Los Pumas son un equipo que honra su historia y su estirpe. Tal cual lo pensábamos se dio el escenario que imaginábamos hace unos días atrás: Los Pumas mostraron una vez más qué significa ser Puma.
Los primeros minutos del partido fueron demoledores y de vital importancia en lo psicológico. Los argentinos salieron heridos al campo de juego, con hambre de revancha y eso se concretó en un try a pura fuerza, luego de ganar en el line out, de quien sería elegido Man of the Match, Juan Manuel Leguizamón. Felipe Contepomi acertaba para dejar 7 a 0. Morné Steyn también tendría una especie de revancha personal, este año a diferencia del 2012 en Mendoza, se mostraría certero a los palos, de esta manera anota los primeros tres puntos de Sudáfrica en el partido tras un penal forzado por la presión de los visitantes en el scrum. Contepomi responde también con su seguridad a los palos para alargar la ventaja 10 a 3, pero tras momentos de heroica defensa, acorralados contra su propio ingoal, los pumas recuperan una pelota que era vital cuidar y despejar, sin embargo, Felipe decide ir en busca de una jugada mágica e intenta un rastrón que es recuperado por los sudafricanos y transformado en Try por Besson a los 14 minutos de juego. Estábamos asistiendo a un partido fantástico.
Los Pumas siguieron con la misma actitud y así llega una jugada fantástica que culmina con el Try de Marcelo Bosch a los 37 minutos más la conversión de Contepomi. Los Springboks logran una patada a los palos en el último minuto del primer tiempo para dejar el marcador 17 a 13 e ir de esta forma al descanso del entre tiempo.
Hasta acá todo era fiesta en el Malvinas. Pero quedaba lo más difícil: aguantar el rigor físico y la dinámica de los sudafricanos por 40 minutos más.
La experiencia del 2012 en el mismo escenario nos preparaba para lo que se venía. Los Pumas hicieron todo para ganar, defendieron acorde a lo que marcan sus momentos de gloria. Sudáfrica gana gracias a los penales convertidos por Morné Steyn a los 5’,32’ y 40’ del segundo tiempo, para cerrar un marcador de 17 a 22 muy estrecho.
En el global, si bien los pumas sumaron una nueva derrota, este partido será recordado como una muestra superlativa de amor a la camiseta y coraje. Cuando en el minuto 40 del segundo tiempo el árbitro determina penal para los Springboks el estadio entero se puso de pié para aplaudir a Los Pumas, todo esto antes del pitazo final, reconociendo la entrega y el gran partido que jugaron en esa fría tarde mendocina, un partido que ganaron a su más duro rival: ellos mismos.
Crédito Fotografía: Maximiliano Aceiton – Rugby Noticias
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