¿Qué tan importante puede ser ese partido histórico para el rugby en Chile? ¿Ganar el partido debut del grupo, frente Nueva Zelanda, en el reciente SiliconValley7s en condiciones climáticas complejas y por momentos en desventaja numérica?
Bueno, fue un sacudón mediático nacional e internacional al que no estamos muy acostumbrados. El jugar de igual a igual con potencias profesionales, teniendo buenos resultados, sorprendió a los que habitualmente no siguen al seleccionado nacional de seven. Tanto así que el partido online tiene cerca de 15.000 visualizaciones donde el promedio del resto de partidos son, con suerte, 300. Así de inesperado fue. Lo que abre la otra pregunta. ¿Ahora qué?
El seven es un juego en que cualquier partido puede definirse en una jugada, equipara el nivel de equipos con presupuestos y estructuras diametralmente opuestas, eso sí, siempre y cuando el “underdog” tenga un trabajo previo y serio, ya que no es llegar y ganar, claro está.
Es aquí donde el seleccionado de rugby reducido chileno vive hoy, sin lugar a dudas, su mejor momento, gracias a un torneo al cual fueron invitados, no producto del azar, sino de su propio trabajo en cancha, que sin ser un equipo profesional, es reconocido por otros países como un muy buen equipo.
En parte, estos buenos resultados llegan en sus últimos meses de competencia, en el reciente circuito mundial de la especialidad –con fechas alrededor del mundo-, Chile accedió como mejor sudamericano –Argentina es parte permanente del circuito- a dos certámenes que correspondían a las fechas que se disputan en el continente americano, con sedes en Las Vegas y Vancouver, ambas presentaciones, le permitieron a Chile acumular un puntaje en la tabla general por sobre otros “equipos 16” o invitación lo que habla bien del trabajo. También en abril de este año tuvieron otro gran desempeño, esta vez en la Qualy de Hong Kong, destacando un triunfo ante el local y uno de los favoritos, enmudeciendo un estadio, momento único y donde fuimos testigos presenciales. Lamentablemente, al tratar de cerrar o abrochar sus participaciones es en donde más se nota el amateurismo del plantel, y es que la gasolina se va terminando a medida que se avanza y progresa en las competencias en que se participa, todas de alta exigencia, es ahí donde se comienza a notar las mayores diferencias con respecto a otros planteles e infraestructuras, y que a simple vista, están lejos de superarse.
Esta historia de trabajo y resultados puede encontrar sus comienzos en aquella gira a Sudáfrica en 2011 a Stellenbosch en busca de perfeccionamiento, desde todo ese tiempo, largo y estable, el plantel ha sido liderado, de gran forma, por Edmundo Olfos, un hombre siempre ligado al seven, tanto como jugador y ahora como entrenador del seleccionado, construyendo un ciclo que habla más con hechos que con palabras, siempre cuesta arriba, porque en Chile todo cuesta, hasta cuándo va bien.
Lo bueno del juego del seven, es que es fácil de entender, esa es su fortaleza y principal atractivo para el ojo no entrenado, además de ser breve en sus duración, es rápido y dinámico en sus resoluciones, lo juegan tanto damas como varones, y no es invasivo o perjudicial para las canchas como muchos piensan sobre el deporte ovalado, su programación es fácil, un torneo puede desarrollarse en un periodo corto de tiempo, de un día a máximo tres jornadas. Hoy en Chile, a nivel de las Universidades, lo practican con mayor frecuencia, tienen una competencia nacional, dejando casi de lado el XV porque entre otras cosas, bajaba costos y era más fácil de organizar, y nos va bien, hace poco un seleccionado universitario gano, fuera de chile, una competencia internacional que reúne a otras seleccionados nacionales universitarias.
También existe hoy una liga femenina de rugby, que con mucho amor y trabajo, más el apoyo y confianza de las chicas y clubes, levanta un torneo de apertura y clausura dando minutos valiosos de competencia a varias deportistas que antes no lo tenían. Por el lado de varones, este es el periodo (hasta enero más menos) por excelencia del 7s a todo lo largo y ancho del país, con diferentes niveles y objetivos claro está, pero abundan torneos, incluso, llegando hasta Isla de Pascua con una competencia internacional que va creciendo.
Hoy el seven es un deporte olímpico, con todo lo que eso implica, grandes resultados televisivos, de marketing y también deportivos para el interés del Comité Olímpico Internacional –COI-, donde hoy Chile, justamente, tiene un miembro, Neven Ilic, y que en su reemplazo, y luego de las elecciones del COCH, fue elegido presidente del Comité Olímpico de Chile, Miguel Ángel Mujica, hombre que viene del mundo del rugby.
En misma línea y para el bien de Chile, recientemente se confirmó la sede de los Panamericanos, siendo elegida Santiago 2023, importantísimo para el deporte nacional en general, y ojala, en lo que respecta al rugby, la gente pueda sentirse orgullosa de ver algo concreto, planificado con tiempo y bien ejecutado. Ya paso con los Juegos Sudamericanos de Santiago 2014 donde no se cumplió lo que se prometió, como el mejoramiento de la sede, por citar un tema. Sin proponérselo, el 7s, al ser olímpico, aportara con aquello que tenga relación al Legado que dejara la competencia internacional, para bien de todo el rugby chileno.
De vuelta en lo deportivo, el 7s nacional generara por primera vez un seleccionado de desarrollo, algo estratégico con el fin de mejorar y aumentar el nivel y base seleccionable, estarán en Argentina compitiendo, al mismo tiempo que el principal equipo lo hará en Santa Marta, Colombia, para los Juegos Bolivarianos, donde Chile busca alzarse con la medalla dorada, con la finalidad de acceder a más y mejores recursos para su evolución.
Además de un equipo desarrollo, la federación estará capacitando a nuevos entrenadores en seven, algo que venía faltando, todo lo aprendido a lo largo de los años no puede quedar sin ser retransmitido, es importante mantener o mejorar lo realizado e intentar crecer en todo nivel. Como mencionara el propio Olfos, para la web de la federación hace unos días, “para mejorar en el seven tienes que jugarlo, es la única manera”, y es cierto, a mas partidos de seven, mejores jugadores y mejores entrenadores. A eso se debe apuntar. A más.
Continua mañana con la segunda parte.