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La preocupación por difundir el juego ahí donde no existe no es cosa fácil y requiere cierta dedicación, implicando un compromiso no menor. Se nos ocurre pensar que habría que agotar todos los medios para conquistar nuevos adeptos y desde temprana edad.
La enseñanza del rugby nos parece fundamental y de par con la difusión. ¿Cómo despertar la curiosidad entre chicos? ¿Cómo lograr que se fascinen por el juego? Hay un nombre que nos viene a la mente, René Deleplace, teórico del rugby y hombre de ciencia que creía que la improvisación era algo que se trabajaba. Pensaba que el jugador que lleva la pelota tiene un abanico de posibilidades y que sus compañeros para jugar justo deben adaptarse prontamente en el comportamiento a las decisiones del portador de la pelota, es el padre de la polivalencia y maestro de Villepreux, es el inventor del “rugby total” invitándonos a todos a salirnos de nuestras casillas.
Me permito compartir con los lectores de Rugbynoticias el bosquejo de un plan que me han pedido presentar en una comuna de Chile, no importa saber el nombre de la comuna ni en que provincia se encuentra, por el momento tampoco saber quienes son los receptores de este proyecto:
Primer bosquejo de un plan de difusión del rugby para menores.
Introducción.
El rugby es considerado, con o sin razón, un deporte de élite, sin embargo este juego ha ido creciendo y ampliando su espectro en las últimas décadas, tanto en los países de tradición de rugby como en otros países donde el rugby era muy minoritario, es el caso de España y Portugal en Europa y de Brasil en nuestro continente. En Sudamérica, Argentina lidera de muy lejos a los otros países del continente, le siguen Uruguay y Chile. Nuestro país se ubica entonces en un tercer lugar a nivel sudamericano y ocupa el 24avo lugar del ranking IRB (La Internacional Rugby Board es el organismo rector del rugby mundial), nuestros vecinos Argentinos lograron ocupar el tercer lugar de dicho ranking, luego de obtener el mismo lugar en el último mundial que se realizó en Francia.
Es necesario hacer notar el espíritu de lucha y de solidaridad en pos de un objetivo común y de mayor relieve en este deporte de contacto comparado con otras disciplinas, las virtudes pedagógicas del rugby son innegables. Coraje, abnegación, compañerismo son valores de un deporte que al mismo tiempo exige un gran compromiso en lo físico como en lo mental. Tratar de ampliar el horizonte de este deporte no reducirá su carácter en cierta medida aristocrático, la intención es más bien brindarle la oportunidad de conocer el juego a chicos, que sin un plan de difusión en escuelas y colegios, no lo habrían abordado. En este caso es la montaña que va a Mahoma. Señalemos al mismo tiempo que el nivel de un jugador adulto depende en gran medida de la edad en que comenzó a practicar el rugby, con que frecuencia y contra quienes. En este sentido la familia del rugby tiene mucho que ganar al ampliarse el espectro de practicantes, doblemente enriquecido en calidad y en número. Se tiende con esta acción a que la condición social o la situación de cercanía al medio rugbístico (hijo o sobrino de rugbista) sean menos determinantes en la elección de la práctica del rugby.
De que manera.
A través de visitas a los diversos establecimientos educacionales y de la siguiente forma:
-Oral.
-Escrita.
-Visual.
-Práctica en cancha.
Las visitas a las escuelas, liceos y colegios, previo contacto con la dirección de los establecimientos, consistirán en charlas explicativas con apoyo de folletos, cuadernillos y material de proyección.
Es necesario antes que nada, realizar un catastro de los establecimientos educacionales de la comuna, con los datos útiles de contacto (mails, teléfonos, nombre de los profesores de educación física, etc.), la confección de policopiados, folletos y dvd a proyectar en data show u otro sistema.
El o los monitores deberán llevar una bitácora de difusión donde quede constancia de diversos datos útiles recogidos en la experiencia (mayor o menor interés de los alumnos, reticencias o no al contacto, entusiasmo o no al finalizar las prácticas y/o las charlas, etc., si hay o no apoyo e interés de la dirección del establecimiento por este tipo de experiencias). El o los monitores podrán establecer comparaciones entre diversos establecimientos, lo que permitirá modificar la estrategia del plan de acción en el transcurso del proceso, por ejemplo: evitar lo escrito en ciertos establecimientos privilegiando la imagen y/o la práctica en terreno. La bitácora estará ya preparada con diversos formularios, cuestionarios y una agenda en fotocopiado.
Las visitas deben tender a concretizar la difusión en una práctica real. Esto puede culminar en un mini torneo de touch (tocata) o seven a side entre colegios y/o escuelas en una cancha de pasto, lo que permite hacer participar en un mismo día muchos equipos, con un trofeo y la debida difusión en los medios informativos.
Es necesario que clubes de la comuna participen en la experiencia, acogiendo a los chicos que deseen practicar el rugby más allá de esta iniciación. El o los monitores deberán proporcionar la información a aquellos colegios o escuelas que quieran formar un club por cuenta propia y de que forma pueden integrarse a un torneo de la Asociación Regional de Rugby. Lo ideal es entonces contar con la debida colaboración de un club o clubes de la comuna y del concurso de la Asociación Regional de Rugby. Es necesario preparar una reseña en lo que respecta a lo administrativo (personería jurídica, cobertura de seguro de accidentes, etc.). La FERUCHI (federación que regula el rugby chileno) constantemente efectúa cursos de formación de entrenadores y árbitros en diversos niveles (CIRI, 1, 2 y 3), la información de las fechas y lugares de estos cursos es dado a través de las páginas Web de las asociaciones o de la propia FERUCHI. Es importante motivar a los chicos o a los entrenadores y/o profesores a participar en los organismos de tutela del juego que son las asociaciones y la federación.
En la foto: La Pradera de los Filtros, terreno baldío donde se practicaba el rugby hace 100 años en Toulouse.
