Bien se sabe que muchas otras instancias se han desperdiciado en nuestro país luego de grandes hazañas, quedando solo como una anécdota deportiva que salen a relucir cada cierto tiempo, el rugby nacional no ha quedado ajeno a eso, mas cuando se siente que en algunos casos, podrían haber sido la punta de lanza de algo mucho más grande. ¿Es este partido es esa nueva punta de lanza? ¿Qué más tendría que pasar para fortalecer el 7s en nuestro país? ¿Es posible implementar el 7s durante gran parte del año de forma seria, competitiva, a nivel escolar, aumentando la base del rugby en general?
¿Dónde mirar? Un ejemplo es Argentina, ellos vienen preparando hace un tiempo a una generación de juveniles para sus Juegos Olímpicos de la Juventud del próximo año en Buenos Aires, hace poco los llevaron a Sudáfrica para mejorar su rendimiento. ¿Será esa una buena idea pensando en Santiago 2023 y así extender y mejorar el proceso global del 7s en Chile? ¿Trabajar para quizás, cada dos años, un grupo de jugadores jóvenes y porque no, nuevos entrenadores, se capaciten en el juego reducido? ¿Cómo lograr ese objetivo? Bueno, si no se capitalizan hoy los logros, frente a NZ 7s por ejemplo, con más y mejores sponsors, mañana será tarde.
Otro ejemplo es Rugby Australia –su nuevo nombre-, ellos trabajan fuertemente en la captación de nuevos jugadores, esta importante unión de rugby siempre a la vanguardia, tiene que luchar en un país con mucha oferta deportiva de calidad, algo que nos es fácil, y en su plan estratégico 2016-2020, el Seven juega un rol clave, apostando una parte a VIVA7s, una especie de Rugby Touch que busca sumar adeptos. Tal como lo definen en su plan, los Aussies trabajan en “Hacer del Rugby un juego para todos”, y manifiestan, que el juego de XV es insuficiente para hacer crecer los clubes y la base de participantes en ellos, para esto, deben aumentar su fuerza de trabajo a lo largo del país e introducir otros formatos del juego que inviten a personas no aficionadas al rugby a participar, estos formatos no actúan como una introducción al XV, pero si tienen la función de revigorizar la base de jugadores y hacer sustentable una institución. Además, la medalla dorada en el rugby femenino en RIO 2016, ha jugado un rol preponderante en su promoción para que el seven se practique todo el año.
En el mundo, y Chile no es la excepción, es el Rugby XV quien manda, obviamente, y es el que más nos apasiona, pero el 7s es una puerta real de entrada a la elite deportiva de alto rendimiento, al menos para Chile, algo por lo que hemos insistido desde hace casi 10 años en el sitio, cuando partimos cubriendo un torneo que hoy es una maquinaria aceitada, que ha sabido reinventarse y lograr algo que pocos logran, hacer del rugby algo rentable en Chile, la competencia de enero próximo en el SEVEN VIÑA 2018, contara con un numero antes impensado de seleccionados internacionales. Irlanda, Francia, Alemania y el regreso de Sudáfrica marcan la pauta de un evento que creció mucho, y que quizás, si todo sale bien, obligara a replantear el 2019, esto sumado a su tradicional competencia internacional de clubes que se mantiene y también aumenta de nivel año tras año.
El seven, de una u otra forma, va ganándose un mayor respeto ovalado, recientemente en el rugby XV, el fin de semana pasado, se disputaron los primeros amistosos internacionales de la ventana de noviembre, siendo el más llamativo el de Barbarians FC v All Blacks, por toda la historia que los rodea, sumen que se jugó nada menos que en Twickenham, la catedral. Fue un entretenido e intenso partido, de principio a fin, con grandes figuras en ambos lados, donde el que se llevó todos los aplausos, siendo elegido como el mejor jugador de la cancha o MVP fue Kwagga Smith, jugador del seleccionado de seven de su país, los Springboks 7s o Blitzbokke, el jugador de Lions, un tercera línea sudafricano pequeño y algo delgado para el estándar en la elite en que se rodea, sobresalió ante cualquiera de la plantilla negra o de sus pares en los Baa-Baas, y no, no ha sido considerado para el XV, aun.
Para cerrar, recordar que hoy chile, en la medida de lo posible vive un buen momento, con varios de sus planteles trabajando (damas, varones y juveniles) y con más jugadores buscando su futuro fuera de nuestras fronteras, quizás, este partido histórico, sea otro impulso para seguir mejorando, tiene que ser ahora, antes que sea demasiado tarde.
A los chicos del 7s les resta el verano para saber si podrán clasificar a la RWC7s en San Francisco, en julio de 2018, o si volverán a clasificar para la QUALY de Hong Kong durante abril en busca de un cupo estable dentro del Circuito Mundial de la especialidad, pero sin duda queda claro que para pelear con los más grandes, el Rugby Seven, hoy es la mejor arma.