Inglaterra 71 – Chile 0
Gran atmosfera en el estadio Pierre Mauroy de Lille. Gran número de chilenos que, haciendo un esfuerzo enorme, se las arreglaron para estar junto a Los Cóndores en el momento en que se escriben páginas importantes de la historia del rugby nacional.
Entrar a analizar las claves de un 71 a 0 no tiene mucho propósito. Ese 71 a 0 es la diferencia no sólo en cancha, sino también en historia, desarrollo y estructura entre Inglaterra y Chile. La diferencia entre un deporte superprofesional y nuestro amado rugby amateur en sus primeros pasos de profesionalismo.
Hablaremos en el futuro sobre esos primeros 20 minutos, como dos púgiles que intercambiaron golpes limpios sin sacarse ventaja en las tarjetas durante dos rounds, pero en una pelea pactada a 8.
Los primeros 20 minutos son para sentir orgullo de este grupo de jugadores que hace poco tiempo masticaban frustración, y que hoy pueden medirse con Inglaterra en un mundial, con el apoyo de todo un país que reconoce su esfuerzo y, por supuesto, de los que pudieron viajar para alentar en Francia, pese a todas las complicaciones. Ahora bien, Namibia, Rumania y Chile tienen en común resultados adversos ante las superpotencias del rugby, Francia, Sudáfrica e Inglaterra respectivamente. La cuestión es simple, el rugby necesita masificar, expandir y si se quiere democratizar su nivel de competencia. Estas naciones Tier 2, junto a otras del mismo escalafón, requieren partidos y torneos que les permitan crecer y desarrollarse en lo deportivo. Tema aparte es la gestion y el modelo de negocio que cada cual prefiera, pero el rugby no puede seguir esperando. Chile, pese a todo, dejó una buena imagen, basado en esos primeros dos rounds. El capitán Sigren habló tras el partido con los pies sobre la tierra, remarcando la linea evolutiva del equipo hasta hoy. Para Chile todo es aprendizaje, el gran objetivo era estar acá, el segundo era ser competitivos. Hasta ahora, pese a este último tropezón, se viene cumpliendo. El coach Lemoine, en tanto, fue mas allá. En una declaración digna de admiración, mostró el agotamiento de tener que combatir sin armas ante rivales con un arsenal a su disposición. La figura de «los payasos y los dueños del circo» grafica exactamente la impotencia del uruguayo, al que no se le vio para nada complaciente tras la presentacion de sus dirigidos. Volviendo al césped, tras el partido, los jugadores chilenos retribuyeron el cariño de la afición, acercándose a la gente y recibiendo la gratitud de la hinchada que, lejos de sentirse abatida, sólo entregaron palabras de ánimo y agradecimiento para los jugadores que, se salieron del molde y se atrevieron a escribir el capitulo mas emocionante del rugby chileno. Veremos como se cierra esta historia mundialista ante Los Pumas en Nantes. En pocos días, Los Condores deberán afrontar el último encuentro en Francia 2023, seguramente se trabajará en aprovechar al máximo las lecciones de este Inglaterra 71 – Chile 0.