Desde el año 2016 el «Seven a Side», variante del rugby de siete jugadores por lado pero con las mismas dimensiones en lo que al campo de juego respecta, se ha convertido en deporte olímpico y con esto ha experimentado un crecimiento exponencial a nivel mundial.
En Chile, la mayor expresión de esta disciplina se vive durante el Seven Viña del Mar durante el mes de febrero. Es precisamente esta cita junto a Punta del Este, la que entrega la posibilidad a equipos sudamericanos de disputar el repechaje mundial en Hong Kong para, de ganarlo, ingresar directamente al circuito mundial de World Rugby Seven Series, donde juegan profesionalmente los mejores equipos del mundo.
Hong Kong (@HKsevens) es conocido dentro del circuito como el mejor torneo, con una organización impresionante el torneo cuenta con al menos mil personas trabajando para que todo resulte impecable. Personal voluntariado y profesional hacen a la perfección las tareas asignadas, de tal forma que el espectador viva una experiencia incomparable.
La sede de este torneo es el moderno Hong Kong Stadium, ubicado a tan solo 15 minutos del céntrico distrito Causeway Bay, donde el acceso se hace principalmente por metro tren subterráneo.
Ya una vez dentro del torneo el espectador se ve inmerso en un clima de fiesta total, disfrases, musica en vivo, merchandising, y el mas alto nivel competitivo a nivel mundial marcan cada una de las jornadas del Hong Kong Seven Series. Cabe destacar que el torneo entrega acceso gratuito a los niños pertenecientes a la Hong Kong Rugby Union (HKRU) con el objeto de fomentar el rugby en los mas chiquitos, según nos señalan desde la organización.
Durante los tres días de competencia se vive una verdadera fiesta de disfraces en la tribuna Sur del complejo, en tanto que la tribuna Este es la zona destinada para el publico familiar, el resto del estadio es una mezcla de ambas modalidades. ¿El ingrediente secreto para que todo sea un exito? -El respeto. Nunca una pelea, nunca un problema con niños u otro tipo de altercados, algo sencillamente digno de admirar e imitar.
Chile, el amateur que deslumbró en Hong kong
Los chilenos llegaron junto a Uruguay como representantes sudamericanos con el objetivo de ganarse una plaza permanente dentro de la élite de este deporte Olimpico, para ello el proceso dirigido por Edmundo Olfos viene preparándose ya por varios años de muy buena manera, y siempre acotado por lo que implica tener jugadores no profesionales, quienes ademas de entrenar junto al seleccionado deben cumplir con obligaciones laborales o académicas, una tremenda ventaja al competir contra equipos que si se encuentran inmersos en el profesionalismo.
Chile tuvo una competencia brillante en la fase de grupos, ganando la zona que compartía junto a Namibia, Sri Lanka y el local Hong Kong.
Tras derrotar a los locales (Hong Kong es uno de los equipos profesionales que los Cóndores debieron enfrentar) por un categórico 31 a 0 todos los reflectores apuntaron a la escuadra nacional. Desde la sala de prensa bajaban todo tipo de elogios y felicitaciones por el gran juego mostrado por los chilenos.
Luego, en cuartos de final, los chilenos debían verse las caras ante Uruguay. Si bien lo hecho hasta ese instante en el campo de juego por uno y por otro daban como claro favorito a los Cóndores, el choque se trataba de un clásico, y al igual que en todos los deportes los clásicos son partidos a parte.
Sin embargo, Chile fue más. Uruguay, pese a su característica garra y entusiasmo, nunca se mostró como una amenaza consistente dentro del campo de juego. Chile estaba para grandes cosas.
Ya en instancias de semifinales los Cóndores chocaron contra el pragmático equipo alemán. Alemania se había mostrado en la fase de grupos como un equipo fuerte, muy ordenado y con un juego simple y efectivo. Alemania no era un equipo de grandes destrezas o habilidades individuales, sin embargo, eran un rival de temer en lo físico.
Y así fue, para someter a Alemania los nacionales debían repetir lo mostrado ante el combinado de Hong Kong, lo que finalmente no sucedió cayendo por 19 – 7.
Ya en la final del repechaje un justo ganador: España. Con un plantel muy preparado, la mayoría con experiencia olímpica. Los ibéricos se ganaron el deseado cupo dentro del circuito mundial tras doblegar a Alemania 12 – 7.
Pese a no lograrse el objetivo Chile emocionó por la entrega, y dejó entrever que se trabaja por el camino correcto. A nivel nacional los desafíos están ya a la vista: compatibilizar la participación de jugadores en el rugby de clubes, Selección XV y Selección 7.
En tanto, nuestros dirigentes, tienen la dura tarea de encontrar y potenciar instancias de competencia a nivel regional y sudamericana, de cara a la copa del mundo de la especialidad a desarrollarse el 2018 en San francisco, EEUU. Estas son solo algunas de las claves para seguir desarrollando el buen trabajo realizado hasta ahora.
No dormirse en los elogios, seguir trabajando con humildad y fijarse metas para el crecimiento del rugby a nivel nacional son de seguro parte de la receta para apuntar en un futuro a conseguir el sueño de ver a Chile en lo mas alto del deporte ovalado.
Desde Hong Kong
Maximiliano Aceiton C. – Rugby Noticias.