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Una nueva página en la historia del rugby argentino acaba de escribirse. Los Pumas vencieron en una jornada memorable a los Springboks 25 – 37 en suelo sudafricano.
Luego de esto ya toda estadística, análisis o reflexión parece completamente innecesaria. Es que lo de ayer fue una verdadera película, digna de pelear por un Oscar a mejor guión, y capaz que lo gana.
Lo de ayer es también el sueño de cualquier profesor de historia: tener la posibilidad de abrir una puerta y encontrarse de frente con algún acontecimiento para poder mostrárselo a sus alumnos. Los números son números, las fechas son fechas, están ahí, sobre el papel… Pero cómo poder sentir en carne propia el significado, el contexto, la sensación de un suceso histórico?… Pues ayer Los Pumas lo hicieron posible.
Y tal como lo comentáramos anteriormente, el haber compartido con Los Pumas del 65 la semana previa, el Captain’s Run, el Himno, la Camiseta… todo te llena de esa mística, todo te inspira, todo conducía a lograr la hazaña.
Los Pumas del 65 eran el primer seleccionado argentino en salir de gira. Para esa gira se habían preparado por primera vez de una manera distinta, porque afrontarían aquella aventura de forma diferente. Camardón y Guastella eran los entrenadores de ese seleccionado, pero contaron con la colaboración de un sudafricano: Izak van Heerden, señalado por algunos como el padre de Los Pumas. Izak les inculcaría sacrificio y fortaleza en cada entrenamiento, cualidades que hasta el día de hoy se reconoce como el ADN del seleccionado argentino. Aquella gira, la primera, asombró a los sudafricanos, primero con victoria ante Universidades del Sur y luego ante los Junior Springboks, triunfo donde nace el seudónimo Puma.
Para esta ocasión, y a modo de homenaje, la el seleccionado trasandino lució una camiseta réplica a la usada en el 65, sin publicidad visiblemente excesiva, pero en cambio, con un gigantesco espíritu amateur.
El Himno se entonó completo, como debe ser por respeto a los himnos, sin importar de que nación se trate. Y para cualquiera que representa a su país, escuchar el himno es un momento especial, más aún si al levantar la vista están al frente los tipos que hicieron de un seleccionado una raza.
Difícil imaginarse en ese momento, por como se daba todo, una derrota… pero al frente estaba Sudáfrica, de local. Bueno, sólo una cosa quedaba por hacer y Los Pumas lo hicieron a la perfección, veamos:
Tras la ceremonia de los himnos la salida de argentina fue contundente, tras un line bien ejecutado se abrió un espacio, producto de una jugada trabajada, para que Marcelo Bosch anotara el primer try de los Pumas ante 35 mil personas en las tribunas y 15 en cancha que no entendían qué pasaba.
Después marcaría Juan Imhoff, con su viejo (integrante del plantel ’65) en la tribuna, tras una vertiginosa jugada de Cubelli que zafa de un tackcle girando y tiene la lucidez de meterle un pase maravilloso al ya mencionado Imhoff, rugby de alto vuelo.
Seguido de eso los Springboks estaban al borde del colapso, fué en el minuto 24 cuando fallas inéditas en el juego sudafricano (pelotas aereas) hicieron escuchar los primeros abucheos del público, la sorpresa era total. No obstante, Sudáfrica es una potencia, iba a despertar, solo faltaba saber cuando lo haría y estar preparado para ese momento. Por fin 28 minutos le tomó a los Boks encontrar ritmo y rigor en el campo de juego, pero el try no llegaba para los locales, solo intentos a los palos.
Show aparte el del Scrum argentino y particularmente el duelo protagonizado por Ayerza y Koch en la primera linea. Francamente perdí la cuenta cuantos penales se lograron desde el scrum. Los argentinos volvieron a dominar esta formación vital para manejar los hilos del partido y descolocar al rival… y justamente de un scrum se gesta el tercer try, tras la levantada de Leo Senatore para Cubelli, éste se lleva dos marcas y nuevamente habilita a Imhoff para que visite por segunda vez el ingoal sudafricano, la sorpresa no cabía ya en el estadio.
Jager, de lo mejor en Sudáfrica, responde a los 35 con try para los Boks pero antes del pitazo final Bosch contesta con un largo penal llevando el marcador 13 a 27 tras la primera mitad.
La reanudación del juego tras el dscanso es clave, Los Pumas siguieron con el mismo ímpetu y así logran meter su cuarto Try, el tecero de Juan Imhoff! vaya película… Sudáfrica respondía sin sentirse del todo cómodo a los 9 minutos manteniendo una distancia controlada, al menos en el marcador. Sin embargo, nuevamente Marcelo Bosch metió un penal clave en lo anímico para estirar la ventaja. Ya se consolidaba el desenlace, y cada vez que sudáfrica aceleraba los Pumas inspirados y con una enorme actitud para el tackle frenaban el ímpetu local y luego lo congelaban en el scrum. Qué importante es para este equipo maniobrar esa válvula, para controlar la presión y desestabilizar psicológica mente al rival. Los Springboks apelaron entonces al rigor físico, y los Pumas respondieron con la misma moneda pero en defensa, guapeza pura.
La última esperanza del local para imaginar un final distinto fué con un try que Landajo hizo revisar al referee, ya que la jugada se había iniciado por delante de la marca del árbitro quien cobraba en ese momento penal para los locales… la importancia de conocer el reglamento, no?
Y así llegó el final, un final histórico, emocionante. 18 derrotas y un empate tuvieron que pasar para que Los Pumas vencieran a los Springboks, una página dorada en la historia del rugby argentino, escrita por Los Pumas del 2015 con 50 años de tinta, sin duda el mejor homenaje para el plantel del 65 y la mejor clase de historia para todos nosotros.
Fotos: Prensa UAR
Que gran nota, gracias por emocionarme nuevamente. Ojala siga creciendo el rugby chileno y en toda Sudamérica. Un gran sueño seria un seleccionado sudamericano a la altura de los Lions. Abrazo desde Argentina.