Esta madrugada de sábado inició la tercera fecha del Rugby Championship y con su visita a Napier, Argentina buscaba recuperarse de dos ajustadas derrotas ante Sudáfrica. Los Pumas se encontraron con unos hombres de negro que aprovecharon todas y cada una de las imprecisiones del rival para llevarse el encuentro por un cómodo 28-9.
Los locales empezaban con todo y a un par de minutos del pitazo inicial ya contaban con un penal en las 22 contrarias. Beauden Barrett era el encargado de patear pero la primera se le fue por el segundo palo. Con varias pelotas al fondo, Argentina salía de su campo pero la gran presión de los de negro los obligó a cometer repetidos errores, cosa que desembocó en que “Beaudy” pusiera el 3-0 a un cuarto de hora del inicio.
El equipo trasandino no se achicaba y gracias a un line en ataque ganado por el cumplidor Tomás Lavanini, uno de los puntos altos del equipo, provocaron un penal para que Nico Sánchez empatara el marcador a solo dos minutos de la acción anterior.
Era un partido de ida y vuelta, ninguno de los dos arriesgaba mucho, hasta que un bombazo arriba de los All Blacks llevó el juego a campo de Argentina. Retallick levantó una pelota imposible a la carrera y tras un quirúrgico kick de Conrad Smith a la punta, Savea se zambulló en el ingoal. Un justo resultado de 8-3 para los locales que en ataque arriesgaban lo necesario para quebrar al fondo de Los Pumas.
Se desarrollaban las primeras ocasiones claras en ataque y, después de un drop fallido, el apertura de celeste y blanco acortó las diferencias. Esto gracias a un penal generado por el buen Scrum de la visita, confirmando la buena actuación frente a los Springboks en Salta.
Suena la chicharra, Argentina gana un scrum en su propio campo y cuando todos daban por hecho que el primer tiempo cerraba 8-6, el error. Una desconcentración en el empuje de esa formación le regaló la pelota a Barrett que, luego de romper la línea de ventaja, le dejaba en bandeja el try a Liam Messam.
Baldazo de agua fría para cerrar los primeros 40 minutos. Los Pumas mostraban caras de desconcierto por esa acción y se iban al vestuario abajo por un marcador de 13-6.
El inicio de la segunda mitad fue igual al cierre de la primera. Presión de los locales e imprecisiones de la visita. Otra vez el 10 de negro, apenas iniciadas las acciones, se metió entre el apertura y primer centro argentinos para regalar su segundo try del partido a Savea (séptimo que le marca a Los Pumas). La diferencia se alargaba a 12 puntos y el partido se empezaba a escapar. Un Barrett muy impreciso seguía sin acertar a los postes y por eso no se veía una mayor brecha en el marcador.
Recién a los quince minutos Argentina reaccionó y empezó a meter la presión necesaria para no quedarse atrás. Senatore le tapó una patada a Ma’a Nonu en sus propias 22 y tomó el rebote a la carrera. Se dirigía solo al Try pero el árbitro francés, Pascal Gauzère, sancionó un inentendible knock-on. El pack visitante forzó una infracción por su excelente empuje (incluso provocaron la rotación de toda la primera línea rival) y otra vez Sánchez acortaba la diferencia.
Un 18-9 que esperanzaba a los argentinos para remontar, pero en la salida de mitad de cancha Savea tomó la pelota y generó un penal para que el recién ingresado Colin Slade la pusiera entre los dos palos.
Cuando los argentinos intentaban de salir de su campo y remontar, un desafortunado rastrón de Nueva Zelanda contra el poste obligó a Lucas González Amorosino a meter la pelota al in-goal y anularla, regalando así un scrum en los cinco metros.
Al igual que durante todo el partido, los All Blacks hicieron las cosas bien fácil y Aaron Smith marcó su try al jugar en corto para lograr el punto bonus por diferencia de cuatro tries. Conversión de Slade y un resultado de 28-9 que mataba cualquier aspiración de dar vuelta las cosas con solo ocho minutos por jugar.
Horcade, el head-coach de Los Pumas realizó todos los cambios que le quedaban para buscar otra opción pero el fuerte juego de los locales no permitió la más mínima respuesta. A tres minutos del final un desafortunado topetazo de Julian Savea (merecedor de una tarjeta amarilla que el francés nunca mostró), dejó a Joaquín Tuculet sin aire en el piso mostrando claras señales de dolor.
Hasta el último momento los argentinos siguieron para adelante pero 28-9 sería el marcador definitivo en un partido que se lo llevó quien supo utilizar las imprecisiones del rival. Nueva Zelanda destaca por adaptar su estilo de juego dependiendo del rival al que enfrente. En esta ocasión aprovecharon la gran falencia de este equipo capitaneado por Agustín Creevy, las imprecisiones producto de esporádicos momentos de desconcentración.
Seguridad a la hora de manejar las acciones y aprovechar los momentos de definición es lo que se le pide a este equipo de Los Pumas. El encuentro en Goald Coast frente los Wallabies será la prueba de fuego para un conjunto que debe demostrar que está listo para ganar en éste torneo y no solo dar “buenas actuaciones”.
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