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(Reuters) – La selección de rugby de Irlanda llegará a Nueva Zelanda como un equipo talentoso y experimentado, pero una vez más comenzará su participación en un Copa del Mundo sin que muchos sepan qué se puede esperar de su rendimiento.
Después de su impresionante triunfo en marzo por 24-8 sobre Inglaterra al término del Seis Naciones, en Irlanda aumentaron las expectativas sobre las posibilidades de vencer a Australia el 17 de septiembre en Auckland y ganar el Grupo C del Mundial en Nueva Zelanda.
Una victoria sobre Australia, campeón del Tres Naciones, es probable que establezca un duelo en cuartos de final contra Gales y tal vez ante Argentina, Francia o Inglaterra en semifinales. Pero ninguno de esos partidos podría generar miedo en los irlandeses.
«Creo que Irlanda tiene una gran oportunidad para llegar a la semifinal», dijo recientemente el ex número ocho de Nueva Zelanda Zinzan Brooke.
«A partir de entonces, le toca a ellos», agregó.
Los aficionados se han sumado a las palabras de Brooke y creen en las posibilidades del equipo de alcanzar las semifinales de un Mundial por primera vez, pese a las cuatro decepcionantes derrotas en amistosos contra Inglaterra, Escocia y dos veces ante Francia en un terrible mes de agosto.
Pese a las expectativas que se han generado con Irlanda, estas derrotas dificultan pronosticar el rendimiento del equipo en Nueva Zelanda.
ESCASOS LOGROS
Como sucede con muchos equipos, los malos resultados de Irlanda siempre han coincidido cuando es considerado favorito en instancias importantes.
Sólo un grand slam y cuatro triples coronas en el Seis Naciones, además de cuatro apariciones en los cuartos de final de los mundiales durante los últimos 24 años es un fracaso para un equipo que ha proporcionado los últimos dos capitanes de los British and Irish Lions y la mayor parte de la lista de convocados de ese equipo en su gira por Sudáfrica en 2009.
Hace cuatro años Irlanda, con un equipo fuerte pero que carecía de claridad después de sólo dos partidos de preparación, hablaba de por lo menos llegar a semifinales del Mundial antes de una campaña lamentable, donde casi pierde ante Georgia y finalizó en la fase de grupos tras derrotas ante Francia y Argentina.
«No ayudó (hace cuatro años) la forma en que salieron a la luz las cosas y se dijera que queríamos llegar a semifinales y a la final. Cuando eso no sucedió fue utilizado un poco para pegarnos un palo», dijo el forward Denis Leamy a principios de este mes.
El jugador de 29 años, titular en los cuatro partidos de grupo en el Mundial de Francia hace cuatro años en el número ocho, es poco probable que disfrute de tantos minutos en Nueva Zelanda debido a la abundancia de buenos forward que tiene Irlanda.
La pérdida de David Wallace es un golpe para el equipo, pero el entrenador Declan Kidney puede reemplazarlo con Jamie Heaslip, Sean O’Brien y Shane Jennings.
Sin embargo, pese a todos los aspectos positivos del equipo, la persistente duda sigue siendo si Irlanda puede cumplir en los partidos importantes.
«Hay muchos jugadores para los cuales esta será su última Copa del Mundo y creo que ellos, con lo que pasó en la última Copa del Mundo (…) buscarán dar lo mejor de sí este año, por lo que son mi caja de sorpresas», dijo a Reuters el mes pasado el ex forward de Nueva Zelanda Jonah Lomu.
